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Oct 11, 2018 Redacción Gibraltar, Noticias 0
El Viceprimer Ministro, Joseph Garcia, pronunció un discurso ayer en el Instituto de Autodeterminación de Liechtenstein en la Escuela de Asuntos Públicos e Internacionales Woodrow Wilson de la Universidad de Princeton.
La charla se tituló «El derecho del pueblo de Gibraltar a la autodeterminación».
García comenzó con una revisión básica de la historia política y constitucional de Gibraltar y la formación de la identidad de Gibraltar.
El Jefe de Gobierno Adjunto explicó entonces que el pueblo de Gibraltar tiene derecho a determinar su futuro desde un punto de vista moral, político y legal. Rechazó el reclamo español a la soberanía de gibraltar.
La charla fue seguida por una animada sesión de preguntas y respuestas.
El texto completo es el siguiente
Gracias por la amable invitación para hablarles hoy.
En mi breve charla, espero convencerlos de que los gibraltareños son personas con derecho a determinar libremente su futuro político, no solo en el sentido moral y político, sino también en el sentido legal.
Permítanme comenzar contándoles un poco sobre Gibraltar, a cuya gente tengo el honor de representar.
UNA HISTORIA DE LA ROCA DE GIBRALTAR Y SU PUEBLO
Gibraltar es una de las unidades políticas más pequeñas del mundo. Muchos de ustedes habrán visto imágenes de la roca icónica, que ocupa una posición estratégica imponente en la entrada al Mediterráneo. A los pies de la roca se encuentra el pueblo y el puerto.
En total, el territorio mide aproximadamente 3.5 millas cuadradas y alberga a 32,000 gibraltareños.
Gibraltar está rodeado de agua, excepto por un estrecho istmo al norte, que conecta el territorio con el continente europeo. Aquí es donde se encuentra nuestra frontera con España. Es una de las fronteras terrestres más cortas del mundo.
Los fenicios, cartagineses, romanos y visigodos dejaron su huella en el territorio antes de que Tariq ibn-Ziyad aterrizara sus fuerzas allí en 711, lanzando la conquista morisca de Iberia.
751 años y ocho asedios más tarde, la roca que los moros habían llamado Jebel Tariq (la montaña o roca de Tariq), fue finalmente arrebatada del control moro por las fuerzas castellanas de la «Reconquista» en 1462.
El dominio español duró unos 240 años.
Se terminó cuando los infantes de marina británicos y holandeses tomaron el Rock en nombre del pretendiente de los Habsburgo al trono español durante la Guerra de Sucesión española en 1704. Unos años más tarde, España cedió Gibraltar a Gran Bretaña en virtud del Artículo X del Tratado de Utrecht 1713.
El párrafo 1 del artículo X establece que Gibraltar se cede (y cito): «absolutamente con toda clase de derechos para siempre, sin excepción ni impedimento alguno».
En los 300 años transcurridos, Gibraltar se ha convertido en un país próspero y diverso. Nuestros antepasados son principalmente migrantes de todo el Mediterráneo, de lugares como Génova y Malta, que viajaron a Gibraltar en busca de una vida y echaron raíces allí.
Somos una sociedad completamente mediterránea.
Pero también hemos sido influenciados por la influencia británica: nuestra educación, nuestras instituciones, nuestro sistema legal se basan en el modelo británico.
Durante muchas décadas, nuestros antepasados vivieron bajo el dominio colonial británico, con poco que decir sobre la dirección de su comunidad. Esto comenzó a cambiar después de la Segunda Guerra Mundial, y gradualmente avanzamos hacia el autogobierno.
En 1969 se promulgó una constitución para Gibraltar que otorgaba competencia a los representantes elegidos localmente sobre una lista finita de «asuntos domésticos definidos».
En 2006, una nueva constitución nos otorgó un autogobierno prácticamente total. Los únicos asuntos de los que el Gobierno de Su Majestad en el Reino Unido sigue siendo responsable en Gibraltar son la defensa, la seguridad y los asuntos exteriores; todo lo demás es la provincia del Gobierno de Gibraltar de su Majestad.
El camino hacia niveles crecientes de autogobierno no fue fácil.
El Reino Unido no siempre ha estado dispuesto a devolver el poder al Gobierno de Gibraltar.
Y cuando nuestra Constitución de 1969 entró en vigor, el dictador español, Franco, cerró la frontera de Gibraltar y cortó todos los vínculos. El bloqueo duró 16 años, y solo terminó porque la reapertura de la frontera en 1985 fue una condición para que España se uniera a la CEE (como lo era entonces).
Espero que esta historia en maceta te haya dado una idea de cómo hemos evolucionado como personas y por qué nos consideramos una comunidad distintiva.
Somos británicos, sí, pero contamos con una identidad única y separada.
Esto nos hace diferentes a los ingleses, escoceses, galeses e irlandeses del norte.
Somos gibraltareños, y con orgullo.
Ahora que he explicado quiénes somos y cómo hemos llegado hasta aquí, explicaré las bases sobre las cuales Gibraltar goza del derecho a la autodeterminación.
GIBRALTAR Y EL DERECHO A LA AUTODETERMINACIÓN
La declaración «todos los pueblos tienen derecho a la autodeterminación» está muy desgastada, pero plantea la pregunta: ¿quién es la gente? ¿Quién es el portador de este derecho?
Woodrow Wilson, cuya presencia ocupa un lugar preponderante en esta institución, defendió la autodeterminación de los pueblos mucho antes de que esa pregunta tuviera una respuesta en la que la mayoría del mundo podría estar de acuerdo.
El secretario de Estado de Wilson, Robert Lansing, estaba menos entusiasmado con el concepto de autodeterminación y desconfiaba de su potencial perturbador.
En una entrada del diario de 1918, escribió (y cito):
“La frase simplemente se carga con dinamita. Levantará esperanzas que nunca se podrán realizar. Tendrá, me temo, costará miles de vidas. Al final, está obligado a ser desacreditado, a llamarse el sueño de un idealista que no se dio cuenta del peligro hasta que es demasiado tarde para controlar a aquellos que intentan poner en práctica el principio. ¡Qué calamidad que se haya pronunciado la frase! ¡Qué miseria causará! ¡Piense en los sentimientos del autor cuando cuenta a los muertos que murieron porque pronunció una frase! ”(Fin de cita).
Con el beneficio de la retrospectiva, sabemos que Lansing estaba en parte correcto y en parte incorrecto.
Hitler invocó la autodeterminación para justificar la anexión de los Sudetes y, más recientemente, Putin para justificar la anexión de Crimea.
La autodeterminación ha sido a lo largo de los años el grito de batalla de innumerables movimientos secesionistas.
Independientemente de lo que uno piense sobre los méritos de tales casos, un reclamo de autodeterminación a menudo ha sido un reclamo a la división de un Estado.
Pero desde 1945, la autodeterminación también ha servido de base para la emancipación de los pueblos coloniales.
Y es esta formulación ampliamente aceptada de autodeterminación en el contexto colonial, consagrada en la Carta de las Naciones Unidas y en la Declaración de 1960 sobre la independencia de los países y pueblos coloniales, que es la base del derecho del pueblo de Gibraltar a determinar su futuro politico
Gibraltar es, en el discurso de la ONU, un territorio no autónomo.
Se ha incluido como tal desde 1946, cuando el Reino Unido comenzó a informar sobre el territorio según el Artículo 73e de la Carta de las Naciones Unidas.
La Carta dice que «los intereses de los habitantes de estos territorios son primordiales».
También crea la obligación de «desarrollar el autogobierno, tomar en cuenta las aspiraciones políticas de los pueblos y ayudarlos a desarrollar progresivamente sus instituciones políticas libres, de acuerdo con las circunstancias particulares de cada territorio …»
Esta última cláusula evoca la posibilidad de soluciones a medida, algo a lo que volveré.
Es un principio bien establecido que el tamaño no importa cuando se trata del derecho a la autodeterminación.
Muchos países pequeños, algunos de ellos con poblaciones más pequeñas que Gibraltar, han logrado su independencia o han optado por la integración o la libre asociación con otro Estado.
Si bien hemos dado pasos incrementales hacia el autogobierno en casa a través de las negociaciones con el Reino Unido, hemos avanzado poco en la ONU.
Esto se debe a que España mantiene su reclamo centenario sobre nuestra patria y se opone al ejercicio de la autodeterminación de los gibraltareños.
Permítanme ahora ocuparme de las objeciones de los españoles al derecho a la autodeterminación de Gibraltar, que se basan en dos argumentos principales.
En primer lugar, España alega que la situación en Gibraltar viola la integridad territorial de España.
Segundo, España ha afirmado durante mucho tiempo que los gibraltareños no son un ‘pueblo’; más bien, somos una población ‘artificial’ sin raíces legítimas en el territorio.
Me ocuparé de cada una de estas objeciones a su vez.
INTEGRIDAD TERRITORIAL DE ESPAÑA
La integridad territorial de España fue violentamente interrumpida en la Guerra de Sucesión española en 1704, cuando Gibraltar fue capturado por la fuerza.
Que Gran Bretaña haya adquirido o no el título sobre Gibraltar por conquista es ahora un punto discutible. España cedió Gibraltar a Gran Bretaña definitivamente en el Tratado de Utrecht en 1713, a perpetuidad.
No había nada irregular en la cesión de Utrecht.
Este fue un momento, ahora afortunadamente detrás de nosotros, cuando las monarcas intercambiaron territorios como si fueran posesiones personales.
Además, el Tratado de Utrecht contenía una serie de compromisos recíprocos: España renunció a Gibraltar y Menorca en el Tratado, pero también adquirió otros territorios que habían estado bajo control británico, como el oeste de Florida.
En definitiva, España renunció a la feria y plaza de Gibraltar.
La estabilidad de los límites territoriales existentes fue una piedra angular del asentamiento posterior a 1945.
Lo que realmente está pidiendo España, cuando se queja de que se está violando su integridad territorial, es una revisión de las fronteras actuales de Europa en la era de las Naciones Unidas.
¡Quieren volver a las fronteras que existían en 1713!
Decimos que esta es una proposición absurda y peligrosa.
Y nos sentimos alentados por el hecho de que cuando Gran Bretaña hizo una propuesta formal en 1966 para presentar todos los aspectos de la disputa de Gibraltar a la Corte Internacional de Justicia, España se negó.
¿SOMOS UNA «GENTE» GENUINA O SOMOS UNA POBLACIÓN ARTIFICIAL?
La acusación española de que somos una población artificial sin raíces genuinas en nuestra patria es particularmente dolorosa. El lenguaje con el que se expresa la acusación es frecuentemente deshumanizante.
También es, hasta cierto punto, influyente en la ONU.
Un representante sudanés describió a los gibraltareños en una reunión de la ONU como (cito) «extranjeros importados por un régimen colonial» (cita final).
Franco, en una entrevista con un periódico inglés, puso el argumento en su propio estilo inimitable, diciendo que los gibraltareños eran (cito):
«Casi enteramente españoles, aunque aprovechan su ciudadanía británica y el resto, judíos y alienígenas, que pueden vivir tanto bajo una bandera como bajo otra».
Hay dos tipos de respuesta al argumento de la «población artificial».
La primera es que, empíricamente, no es difícil demostrar que los gibraltareños son una población diversa que ha evolucionado a lo largo de 300 años, y que está separada y es distinta del Poder Colonial y también de nuestro estado vecino.
Pero nuestra afirmación de autodeterminación no se basa en esta comprensión sociológica de quiénes somos como personas.
El ‘pueblo’, a los efectos de la descolonización y la autodeterminación, se define por referencia al territorio, y no por referencia a factores raciales, culturales o lingüísticos.
Esta es una característica esencial de la forma en que la autodeterminación se ha desarrollado como un derecho en virtud del derecho internacional, bajo los auspicios de la ONU.
De hecho, el acuerdo posterior a 1945 implica un alejamiento consciente de los tipos de justificaciones étnicas y raciales para la autodeterminación que causaron tantos problemas en el pasado.
En resumen: el derecho a la autodeterminación reclamado por el pueblo de Gibraltar se basa en el principio bien establecido de que las poblaciones de territorios no autónomos tienen el derecho de determinar su propio futuro político, y que los límites territoriales de aquellos Las colonias deben conservarse durante el proceso de descolonización.
La última pregunta que me queda por abordar se refiere a las modalidades del ejercicio de la autodeterminación.
¿Qué tipo de futuro político quieren los gibraltareños?
OPCIONES DE AUTODETERMINACIÓN DE GIBRALTAR
En 1960, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró que el proceso de descolonización podría dar lugar a tres resultados diferentes: independencia, integración con otro estado o asociación libre.
En 1970 añadió una cuarta opción:
Llamaron a esto ‘cualquier otro estatus libremente determinado por la gente’.
La articulación de la llamada cuarta opción refleja el principio de que los pueblos de los territorios no autónomos deben tener flexibilidad a la hora de elegir sus futuros arreglos políticos.
No hay partidos políticos o miembros del Parlamento en Gibraltar que aboguen por la independencia.
El Reino Unido dice que no podríamos tener independencia, incluso si la quisiéramos, debido a una cláusula de reversión en el Tratado de Utrecht, que establece que a España se le debe otorgar el derecho de primer rechazo en caso de que Gran Bretaña otorgue, venda o (cite) «de otra manera alienante». ‘(entre comillas) Gibraltar.
Quisiera subrayar que esta es la opinión del Reino Unido y no la posición de Gibraltar.
No aceptamos, ni estamos de acuerdo, con la interpretación del Reino Unido.
En cualquier caso, los gibraltareños están orgullosos de sus vínculos con Gran Bretaña y desean retenerlos de alguna forma.
Sin embargo, es relevante tener en cuenta lo siguiente.
Primero, que hay varios territorios con la Corona británica como Jefe de Estado que no están en la lista de las Naciones Unidas de Territorios no autónomos. Estos son Jersey, Guernsey y la Isla de Man.
Segundo, que la Corona británica es el Jefe de Estado en dieciséis países independientes y soberanos.
Algunos dirían que la Corona británica no alienaría el territorio de Gibraltar mientras permaneciera como Jefe de Estado, y que, por lo tanto, Utrecht no es un impedimento para la independencia.
La integración de los territorios coloniales en el Reino Unido no ha sido la práctica en la historia colonial británica.
Esto fue ofrecido a Malta y Rhodesia pero nunca se materializó.
Free Association ha sido el método de descolonización en un número muy limitado de casos y, a veces, como un trampolín hacia la independencia.
En 2002, Gibraltar presentó propuestas constitucionales para una descolonización hecha a medida que nos permitiría mantener nuestros vínculos con Gran Bretaña y también conservar nuestro carácter distintivo como comunidad.
Sin embargo, la Constitución de 2006 aumentó el nivel de autogobierno pero dejó sin cambios el estatus legal internacional del territorio.
La forma exacta de un estado final descolonizado para Gibraltar, en este sentido, sigue siendo una pregunta abierta.
En el horizonte inmediato, nos enfrentamos al importante desafío político del Brexit: la salida del Reino Unido de la Unión Europea, que también resultará en la salida de Gibraltar, a pesar de que el 96% de nuestro electorado vota para permanecer en la UE.
Al enfrentar este desafío, continuaremos ejerciendo nuestro derecho a la autodeterminación, presionando a Gran Bretaña por el máximo nivel de autogobierno y presionando a la ONU para que ejerza una supervisión significativa en el proceso de descolonización.
Nos damos cuenta de que la búsqueda de nuestro derecho a la autodeterminación es una lucha intergeneracional.
Esta es una de las razones por las que creemos en invertir fuertemente en la educación de nuestros jóvenes.
Me complace especialmente que un grupo de jóvenes de Gibraltar estén presentes hoy aquí.
Es gente como ellos quienes llevarán la antorcha hacia adelante cuando el Primer Ministro y yo ya no estemos cerca.
Mis predecesores vinieron por primera vez a presentar una petición a la ONU hace más de 50 años.
Espero que no nos tomen otros 50 años resolver nuestro estado, pero incluso si lo hace, el esfuerzo habrá valido la pena.
Estoy seguro de que llegaremos al final.
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